Cómo entrenar la mente en la práctica de cada día

El Budismo es una tradición espiritual y filosófica que por más de 3.000 años ha permitido a sus practicantes la remoción de hábitos negativos y de venenos mentales, permitiéndoles revelar la naturaleza pura y absoluta de sus mentes.

La naturaleza básica de nuestra mente es como oro puro, pero su pureza innata no es obvia ya que está cubierta por una combinatoria de emociones conflictivas, circunstancias kármicas, oscurecimientos intelectuales y hábitos.

Estas capas no refinadas -as í como en el mineral en bruto que contiene al oro- necesitan ser refinadas para poder revelar la esencia pura de nuestro ser, como el oro elemental.

Nuestro renacimiento humano nos ofrece la oportunidad de emprender este proceso de purificación y descubrir el amor, compasión, ecuanimidad y alegría que surgen espontáneamente de la naturaleza fundamental de la mente.

Si examinamos nuestra vidas veremos que en realidad nuestra satisfacción, angustia e incomodidad no son causadas por condiciones externas sino por la manera en que reaccionamos internamente a estas condiciones. No podemos negar la existencia de situaciones difíciles, pero necesitamos reconocer que alguien que tiene algún control sobre el funcionamiento interno de la mente no experimenta la misma impotencia y sufrimiento al enfrentar pérdidas, adversidad y enfermedad, en comparación con una persona cuya mente no está entrenada.

Sé esto por experiencia personal ya que mi país, el Tíbet, fue tomado por los chinos comunistas que lo invadieron, quienes fueron completamente hostiles a nuestras tradiciones culturales y espirituales. Muchos grandes maestros fueron torturados o murieron de inanición, o fueron asesinados. A pesar de estas afliccones, los comunistas no pudieron extirpar la fe, compasión y paz interior que éstos habían logrado a través de su realización espiritual. Los comunistas pudieron dominar sólo la realidad externa.

¿Qué es lo significante?

La mayoría de nosotros, en esta exhuberante y acogedora parte de Brasil, no nos enfrentamos a desafíos así de dramáticos. En cambio, nuestro desafío es encontrar lo que sea realmente significante en nuestras atareadas vidas, y el encontrar lo que sea realmente beneficioso para en las interacciones con nuestra familia, nuestros seres queridos, y nuestro scolegas en el trabajo, y otros con quienes podamos encontrarnos. De la perspectiva budista, nada es más significante que el usar este nacimiento humano precioso para reconocer la naturaleza absoluta de la mente, que no trepida. Este reconocimiento se cataliza en confianza y poderío para enfrentar los eventos efímeros, internos y externos. El camino al conocimiento de la naturaleza de la mente depende de nuestro esfuerzo en beneficiar a otros; así purificamos algunos de los oscurecimientos comunes de la mente y aumentamos nuestro mérito.

Integrando el camino espiritual a la vida diaria

La purificación y la generación de mérito y de sabiduría constituye el camino a la iluminación. Y podemos hallar contínuas oportunidades para integrarlas a nuestras actividades diarias. La gente suele quejarse de que no tienen tiempo para realiar práctica formal. Sin embargo, cualquier día puede ser estructurado como una sesión de meditación expandida:

  • Cuando despertamos en la mañana, no sregocijamos en el hecho de que tenemos aún un día más para realizar práctica espiritual.
  • Establecemos la motivación, pura y fuerte, de abstenernos de dañar a otros a través de nuestras acciones de cuerpo, habla y mente, y de beneficiarlos de cualquier forma que podamos.
  • Durante el día, revisamos nuestra mente —incluso mientras estamos coversando o en el curso de alguna actividad— para ver si es que nuestras acciones surgen de una intención pura o de venenos como el egoísmo, el orgullo, la envidia y la rabia. Acciones o palabras pueden ser exactamente las mismas, pero las motivaciones negativas o positivas tras ellas determinarán sus resultados kármicos.
  • De noche, antes de dormir, reflexionamos sobre nuestro día. Si encontramos momento sen que fallamos en seguir nuestras buenas intenciones, podemos purificar. Invocamos a un ser iluminado como nuestro testigo, reconocemos y generamos arrepentimiento por nuestra caída, hacemos el compromiso de no repetirla, y recibimos la purificación al visualizar luz que irradia desde el testigo iluminado, permeándonos, y lavándonos de nuestra negatividad.
  • También recordamos los momentos en que creamos mérito a través de nuestras acciones, a través de nuestra comunicación y nuestras intenciones positivas. Imaginamos que este mérito se expande, volviéndose una vasta ofrende que se disuelve en las mentes de todos lo seres a través del universo entero.

Practicantes secretos

Una persona que prende una sóla vela puede dar luz a todas las otras personas que se encuentren en el mismo cuarto. De la misma manera, la dedicación del mérito que generamos como individuos aumenta las cualidades positivas—prosperidad, longevidad y felicidad— de todos los seres. Las enseñanzas del Buda nos permiten lograr la transformación a través de la práctica espiritual sin siquiera sentarnos en un cojín, sin siquiera anunciar nuestro sistema de creencias a los otros, sin demostrar religiosidad externa. Es en el interior que entrenamos nuestras mentes, volviéndonos secretos practicantes de la vía a la iluminación.

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